Hay días en los que quiero cambiar , a pesar de que he repetido -y confirmado- cientos de veces que la gente no cambia.
Hay mañanas en las que me levanto pensando en que hoy sí: Hoy sí seré tan impecable como quiero ser. Tan decidida como quiero ser. Tan implacable como quiero ser. Tan constante como quiero ser. Tan perfecta como quiero ser.
Hay mediodías en los que, luego de ver que a mitad de mañana ya perdí el rumbo hacia el cambio, digo que a partir de hoy sí.
Hay noches, como la de hoy, en las que luego de ver que a mitad de la tarde ya perdí el rumbo hacia el cambio, digo que a partir de mañana sí.
Hay noches, como la de hoy, en las que ya no puedo pensar en otra cosa sino en que tengo que hacerlo.
Hay noches, como la de hoy, en las que sigo pensando que la gente no cambia porque no quiere.
Hay noches, como la de hoy, en las que me doy cuenta de que yo no quiero ser como ellos, porque la gente que debe cambiar, y no cambia, me cae muy mal.