La mujer que quiero ser sólo será después de que me sacuda todo el barro que tengo en los zapatos. Cuando se seque la humedad y pise tierra firme.
La mujer que quiero ser ya lo soy, pero tengo el cuerpo cansado. Y la mujer que quiero ser necesita estar llena de vida.
La mujer que quiero ser necesita zapatos nuevos, para pisar firme. Pero sobre todo, necesita un suelo.
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